sábado, 30 de noviembre de 2013

CIBERS EN CHINA CONTRATAN CHICAS PARA HABLAR CON SUS CLIENTES


Los ciber-cafés en China tuvieron una muy buena idea para tratar de que sus clientes aprendan a socializar un poco, aún cuando se pasan horas frente a los jueguitos de computadora.




Para eso empezaron a contratar a jóvenes y bellas estudiantes que se visten con escasas prendas y charlan con los “nerds” que pasan horas frente a la pantalla sumergidos en el mundo virtual. Claro que, además de “hacerles un favor” a sus usuarios, los cibers consiguen atraer bastante más clientela.




Mucha gente acusa la medida de sexista, pero la realidad es que esta práctica se puso de moda, y los ciber-cafés, nunca estuvieron más recurridos.


TAXISTA OFRECE A SUS PASAJEROS CONFESARSE MIENTRAS VIAJAN


Desde que el ministro religioso Joseph Djan decidió empezar a trabajar como taxista, ya no hay necesidad de ir a la iglesia para confesarse.




Este pastor de 52 años se dio cuenta que trabajar como taxista en la ciudad de Nueva York era una opotunidad perfecta para conocer y hablar con gente que necesitaba descargarse. 




Por ende, fusionó sus dos profesiones y ahora ofrece a los pasajeros que quieran, una confesión express durante lo que dura el viaje. Joseph asegura que mucha gente sale de su taxi sintiendose aliviada y que a él lo hace feliz poder ayudarlos.


DECORAN TORTA DE BODAS, CON LA IMITACIÓN DE SUS CABEZAS DEGOLLADAS


 

La artista de tortas Natalie Sideserf, de Texas, EE.UU., sorprendió a todos los que asistieron a su boda creando una torta muy particular: consistía en una tabla blanca sobre la que posó una muy realista imitación de su cabeza y la de su esposo, chorreando de sangre falsa, y agregó un cartel que decía ¨Hasta que la muerte nos separe¨



La mujer explicó que a su esposo, David Sideserf, le fascinan las películas de terror, y a ambos les pareció muy divertido exponer esa torta en el día de su boda.
Natalie confiesa que la parte más divertida fue la de mirar las reacciones de la gente, aunque admite que a su abuela no le causo mucha gracia la idea.