jueves, 18 de julio de 2013

CONFUNDE PEGAMENTO CON LAPIZ LABIAL Y SE SELLA LA BOCA


Trabajadores de los servicios de emergencia en Nueva Zelanda se sorprendieron al recibir una llamada de una mujer que tenía la boca cerraba con pegamento y pedía ayuda desesperadamente.

La pobre señora sólo podía emitir gruñidos y sonidos guturales, pero por suerte pudieron entenderle y acudir en su ayuda. Resulta que la mujer confundió un pomo de súper pegamento con lápiz labial y al cerrar la boca sus labios quedaron sellados.

Según informa el diario Otago Daily Times, la señora de 64 recibió atención médica inmediata. Una ambulancia se acercó a su hogar y la trasladó al hospital más cercano.


 
 
"Debido a los sonidos distorsionados y gruñidos, pensábamos que la señora estaba amordazada", declaró el asistente que recibió el llamado telefónico.

Cuando la asistencia llegó al hogar de la anciana, descubrieron que se había aplicado el pegamento en los labios.

Afortunadamente los médicos pudieron abrirle la boca con simple procedimiento y ahora la señora ya puede volver a hablar.
 

CONOZCAN UN LUGAR PARA CENAR EN MEDIO DE INSULTOS



Dick's Last Resort es un típico local gastronómico del sur de los Estados Unidos que se caracteriza por tratar mal a sus comensales. Así es. Además de sus grandes porciones ricas en grasas, como hamburguesas con mayonesa, carnes jugosas, costillas de cerdo y papas fritas, en este restaurante les permiten a los mozos insultar a los clientes en todo momento.

Pero... ¿quién quiere sentirse humillado mientras le sirven la comida?, se preguntará Usted. Pues al parecer mucha gente en el país del norte piensa que es algo divertido ser maltratado y atendido de pésima manera.


 
 
Este "merendero" americano abrió sus puertas como un restaurante normal en los 80s pero fue un fracaso. Fue entonces que sus dueños decidieron dejar de prestarle atención a la decoración y a la capacitación del personal. Los simpáticos mozos fueron reemplazados por apáticos cadetes que servían la comida de manera desganada. Y por si fuera poco, comenzaron a permitir una conducta despreciativa y abusiva hacia los clientes.

Para sorpresa de muchos, el restaurante empezó a tener éxito. La gente, con el boca a boca, no paró de recomendarlo y cada vez más personas se acercaban a probar la experiencia. Así, es normal ver a mozos tirando servilletas por la cara cuando un cliente las pide, insultarlos cuando preguntan por sus platos y hasta colocándoles sombreros de papel con improperios y malas palabras.


 
 
Hoy en día, Dick's Last Resort es una cadena de 13 restaurantes en todo Estados Unidos. ¿Se animarían ustedes a comer en un ambiente tan hostil? 
 
 

VENDE UN ATAÚD POR INTERNET CON UN ESQUELETO ADENTRO


Un hombre, cuya identidad no se ha dado a conocer, fue detenido esta semana por publicar un aviso en Internet en el que anunciaba la venta de un ataúd de madera con un esqueleto adentro.
 
 
Según informa un diario de Iowa, Estados Unidos, un cajón con un esqueleto humano real estaba siendo subastado en el sitio Craiglist por 12.000 dólares para juntar dinero y saldar una deuda impositiva. Fue entonces que la Policía local fue alertada de la oferta on line e intervino secuestrando el ítem.

Fuentes policiales declararon que el ataúd data del 1900. Sin embargo, luego de interrogar al detenido, los restos encontrados dentro permanecen en el anonimato.


 
 
De acuerdo a las leyes del Estado, la venta de huesos humanos está prohibida y por ese motivo la Policía detuvo al hombre y envió el esqueleto al laboratorio forense estatal para que se investigue e identifique a quién perteneció.
 
 

MUJER AUSTRALIANA SUFRE SÍNDROME DE ACENTO EXTRANJERO




Leanne Rowe, una mujer australiana, parece ser víctima de uno de los síndromes más extraños del mundo: síndrome de acento extranjero. Ocho años atrás, la mujer sufrió un fuerte choque automovilístico y, mientras se curaba de múltiples heridas, para su sorpresa, comenzó a hablar con acento francés.

Tanto médicos como amigos y familiares creyeron que era culpa de la fractura de mandíbula que había sufrido en el accidente, pero ocho años después, con la mandíbula curada, Rowe sigue hablando de la misma manera. Aunque se trate de un síndrome fascinante, la australiana asegura que ha perjudicado en muchos sentidos su vida, ya que hasta siente vergüenza, por momentos, de hablar en público.

Los médicos aseguran que esta extraña aflicción, que cuenta con muy pocos ejemplos en el mundo, se debe al daño producido a la parte del cerebro que se ocupa del habla.